John Lee Hooker - Boogie Chillen



Todos conocemos a John Lee Hooker ,del cual os hemos hablado en mas de una ocación anterior, pero hoy nos apetece recordar uno de sus temas mas exitosos , y lo hacemos basándonos en :
Ted Goia , quién dedica unas páginas de su libro  BLUES , La música del Delta del Mississippi, a John Lee Hooker, con este título, El " Boogie de Hooker " , de las cuales entresacamos algunas curiosidades:
Elmer Barbee, que era el propietario de una tienda de discos en Lafayette, escuchó hablar del prometedor guitarrista y quiso escucharlo, por lo que se pasó por el Apex Bar, que estaba atestado de gente . Hooker estaba tocando en trío con el pianista James Watkins y el batería Curtis Foster, y Barbee quedó profundamente impresionado por su música, Hooker recuerda que Barbee le dijo " Eres el mejor que he oído nunca " . A raiz del aquel encuentro Hooker  empezó a frecuentar el pequeño estudio de grabación que Barbee había montado en la parte de atrás de su tienda.

Mas adelante prosigue : Fascinado por su nuevo descubrimiento Elmer Barbee llevó a Hooker ante Bernard Besman , un inflexible hombre de negocios que era un pez gordo en el pequeño estanque de la música de Detroit despues de la guerra .Junto a su socio Johnny Caplan, Besman había creado Pan American, una distribuidora de discos, que tras unos comienzos duros, se había convertido en un poderoso actor a nivel regional, y ahora quería montar un sello llamado Sensation . Como los hermanos Chess, Besman era un inmigrante cuya familia se había establecido en Estados Unidos en la década de 1920, procedentes de Kiev, pasando por Londres. El joven Bernard Besman había demostrado ciertas capacidades como pianista , pero pronto se dió cuenta de que le iba mucho mejor dedicándose a conseguir conciertos para las  bandas de otros músicos mas talentosos . Con el tiempo, lograría convertir su inversión inicial de seis mil dólares en Pan American en un importante negocio que le permitió hacerse millonrio, instalarse en California y terirarse tranquilamente.
Una buena parte de esta riqueza se anunció en otoño de 1948, cuando hicieron pasar a John Lee Hooker al despacho de Besman.
Una de las primeras cosas que notó Besman fue que el bluesman tartamudeaba marcadamente. Este problema parecía desaparecer cuando Hooker cantaba .

Siguiendo el relato así : Hooker que había actuado a menudo en trio o en cuarteto ahora aparecería en solitario. Y en lugar de pedirle a Hooker que dejara de dar golpecitos en el suelo con el pie ( la eterna petición de los productores y los ingenieros desde el nacimiento del sonido grabado ) Besman decidió no sólo dejar que el pie golpeara sino hacer que marcara el ritmo bien fuerte. Incluso colocó el micrófono de manera que de entrada apuntara directamente hacia el pie.

Mas adelante continua Gioia :
Joe Bihari y sus hermanos , los propietarios de una gran compañia de disográfica independiente de Los Angeles que se llamaba Modern, se entusiasmaron tanto con " Boogie Chillen" que Besman accedió a darles el master. . La potente distribución que tenía Modern en el sur supuso una ayuda incalculable para fomentar y satisfacer la creciente demanda de la música de Hooker. Un pinchadiscos de una emisora de Nasvhville puso el disco doce veces seguidas, y despues empezó a sonar el teléfono: los oyentes querían seguir escuchándolo. B.B.King, que trabajaba de pinchadiscos en la emisora WDIA, de Memphis, ponía una y otra vez esta nueva y exitosa canción.





A principios de la década de los setenta John Lee Hooker fué descubierto en España por algunos profanos al Blues gracias al tema " ODA A JOHN LEE HOOKER " , que tuvo gran éxito en las discotecas mas famosas en la creación del guitarrista y cantante Johnny Rivers, quién indujo a muchos aficionados el gusanillo de investigar quien era el tal John  Lee Hooker, consiguiendo así , suponemos que algun número de adeptos al Blues. Por cierto que los críticos mas puristas de la época, sentenciaron a Johnny Rivers al considerar que el tema era, bronco y pesado ( duraba unos 17 minutos creo recordar ) y que no hacía honor a la categoría que realmente merecía John Lee Hooker.

Mandonguilla Blues

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